El lenguaje inclusivo y no sexista permite visibilizar a una parte de la ciudadanía hasta ahora excluida: mujeres, personas con identidad de género no normativa, mayores y personas con discapacidades funcionales. Participar en igualdad supone que todas las personas tengan un lugar, un espacio y sean nombradas y reconocidas.
¡Recuerda! No sólo el texto tiene que ver con el lenguaje, si no también con el contexto.
¡INCLÚYEME, INCLÚYETE EN FƎMENINO!