El Sufragio Universal, que incluye el derecho de las mujeres a votar, introduce a la mujer en la esfera de decisiones políticas. En España mucho tenemos que agradecer a Clara Campoamor que con su trabajo incansable hizo que en 1931 se conquistara este derecho y que con la República en 1933, pudiéramos votar. En 1936, con la pérdida de libertades de la Dictadura, empezó “El periodo de Silencio”
El papel de esta mujer ha sido esencial al poner en primera línea los derechos femeninos y denunciar aquellas posturas que nos colocaban como ciudadanas de segundo o tercer nivel.
El derecho al voto femenino hoy parece una simpleza y las generaciones actuales, al nacer con los derechos consolidados, pueden no apreciar la significación de esta acción. Sin embargo, alcanzar un derecho requiere un esfuerzo extra para mantenerlo. Alcanzar el derecho al voto para nosotras ha significado introducir la visión femenina de libertad en nuestro país, desde la voz y la opinión de las mujeres.
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